domingo, 20 de mayo de 2007

Tepic 100 (entre manzanillo y tlacotalpan)



Hay un olor diferente cada vez que entras, siempre es agradable, tenue. Hay un avión, un cuadro, muchos libros, y unos personajes que los cuídan.



El diablo cuida de la cocina y da dos o tres consejos. Sobre todo... sonreir. Y más si la cocina mide aproximádamente 1.80 por 1.80.



Y por la ventana se asoma un edificio que tal vez un día se terminará, se habitará y cambiará. Pero ahorita está abandonado. Aunque aquí nosotros siempre que despertamos lo vemos y de alguna forma lo saludamos. Porque nos acompañamos.

No hay comentarios: