Hay veces que no me levanto. Como hoy.
Hoy no hay fuego ni chispa que me despierte.
Hoy no me baño ni lavo los trastes, ni hago ejercicio, ni hago nada.
Sólo me quedo. Me quedo sin hacer nada.
Yo le he dicho depresión.
Es cuando siento la insatisfacción total. La desvaloración infinita.
Es cuando siento que no amo, que no quiero, que no tengo... nada.
Es cuando nada me emociona, nada me pone contento y no me quiero mover.
Es como estar muerto respirando. Se siente pasar el tiempo. Pasan los minutos y nada.
No cambia nada. Todo sigue y nada pasa.
Es cuando me gana el mundo, el dolor y el vacío.
Es cuando no lucho. Cuando me dejo perder.
No cabe duda que tengo una incapacidad para vivir normalmente.
Me duele pero la agradezco.
Y muchas veces lo que me pasa es que no quiero vivir de cualquier forma.
Y a veces, no me gusta ninguna de las formas que encuentro.
Y todo baja. Seguro la serotonina y otras sustancias bajan.
Bajan el apetito y la fuerza.
Y a veces pienso que es una reacción en el campo de batalla. Porque hay una parte de mí que se siente culpable de lo que no siento y lo que no me importa. Hay una parte oscura que todavía lucha por salir. Y hay un mundo interior que no sabe si salir o quedarse adentro.
He aprendido mucho con el ascendente libra y el sol en la casa 12.
Y eso me hace pensar en Chispita.
lunes, 7 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario