martes, 16 de febrero de 2010

LA CASA 12.

Yo era el sol y el plutón de ella.

Ella neptunina.

Como si ella fuera rata y yo fuera virgo.
Como si ella fuera piscis y yo fuera un gato.

Lo más extraño de ser opuestos complementarios
no era eso
era qué irradiábamos.

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