No sé si lloro por escucharte. Estaba tan emocionado de contestar el teléfono y de que fueras tú y estaba tan desesperado de pensar que no eras tú. Y eras tú. Mi mente no quería reconocer tu voz ni tus palabras. Con miedo mi voz. Y eras tú.
En el sueño lúcido por fin te encontraba. O me encontrabas. De quién era el sueño?. Era el sueño de un dragón? o de una gatita?.
En el sueño te veía antes de irme otra vez a volar. Pero quisiera quedarme. Quedarme a cuidarte. A taparte. A abrazarte.
En mi lucidez sentía tu vibración. La emoción que no venía ni de mi razón, ni de mi sinrazón. Eran tus sonidos en mi corazón.
En el sueño me hablaste para invitarme a tu casa. Como experimento.
En algún momento dijiste qué miedo y salió de mi voz o de tu voz o de nuestra voz... no te preocupes. Yo te voy a cuidar.
La prueba de mi amor por ti es que lo único que estoy haciendo es estar aquí.
Como lobo tras de ti. Como loco por ti. Como un gato siempre a ti.
Lo único que quería antes de volver a morir se me concedió por cuarta vez.
Verte.
martes, 23 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario